domingo, 13 de marzo de 2011

Vacunas y revisión de los 4M

¡¡Ya tenemos 4 meses!! No es que haya pasado nada espectacular pero a mi me hace ilusión ir acercándome progresivamente a esa edad en la que empiezan a hacer sus cositas, a echar los brazos, a señalar lo que quieren, a aprender a comer con cuchara (qué ganas, madre!!!). Además es que estoy contenta en este cumplemes porque tengo la sensación de que BB llora menos, aún se queja bastante, pero es lo suyo, le ha empezado a gustar estar en brazos y ya no culebrea histéricamente en cuanto está un minuto privada de alguno de sus movimientos, y creo que ya empiezo a confiar en esto de que no pedir por la noche sea la norma y no la excepción, yupi!. Ah! Y ha empezado a hacer el pino-puente (o así lo llamábamos en el cole...) y levanta las piernas muchísimo intentando girar de un lado a otro. No es que coordine sus movimientos y las más de las veces termina todo intento en una especie de espasmo que la hace reír, pero yo creo que es el inicio de empezar a rodar. 

A los 4 meses en Madrid les ponen vacunas y se pasa otra revisión de enfermería. La de pediatría llega a los 5 meses. En nuestro centro de salud hay dos enfermer@s, una que en principio me daba más confianza y otro que no me daba ninguna. Pero creo que después de cuatro meses los papeles se están intercambiando. El enfermero en realidad, aunque es un poco como blandito, no sé si me explico, me parece que considera que por ahora su labor fundamental es la de consultorio de mamás hipocondriacas. Al principio no le encontraba el sentido, ahora ya sí, porque después de unas cuantas visitas a pediatras (ya comenté en otro post) creo que lo más importante es que te den un poco de seguridad en ti misma o en ellos y que entiendas que todo es normal, que lo que decidas casi seguro está bien (dentro de unos límites, claro) y que incluso si tu lo que quieres es un bebé gordito, mientras acepte toda la comida, adelante. Este enfermero ya me dijo hace muuuuuchas semanas que él es de la opinión que los bebés saben lo que tienen que comer y que yo le podía dar toda la comida que BB demandase, que lo peor que le podía pasar era que vomitase un par de veces, pero que si ella se encontraba mal, no lo volvería a hacer. A la vez la pediatra nos dijo que ni hablar, que había unas cantidades normales para las diferentes edades del bebé y que ya estaba bien lo que tomaba (estábamos en el segundo mes y tomaba seis tomas de 120 mL), que nada de cebarla. Yo ahora estoy segura de que BB, salvo alguna semana aislada, ha estado pasando hambre los cuatro meses de vida que tiene. No sabéis la pena que me da. Tan pequeña, sin poder decir nada, solo lloriquear y al final, acostumbrarse a lo que hay. BB llora después de cada bibe. Hemos preguntado mil veces a qué puede deberse y la pediatra siempre nos dice que como come lo suficiente según sus parámetros, serán los gases. NO SON LOS GASES. Esta semana después de ir a digestivo y ver que en 4 semanas había aumentado 380g (hasta a mí me pareció poco...dicen que en el tercer mes deben aumentar unos 30g al día!!) y bajado al percentil 10 estando en el 75 de altura, decidimos darle más, mucho más de comer. Ahora come 4 bibes de 210 mL (veníamos de 4 de 150 mL) y en los últimos dos días no ha llorado después de ninguna toma. Sigue intentando retener el bibe y se le ponen los ojos como platos cuando se lo quitas (no deja ni una gota!) como preguntándose ¡¡¿¿POR QUÉ??!!, pero luego ya empieza a prestar atención a otras cosas y se le pasa. Yo creo que ella está más contenta y yo estoy mucho más contenta, después de esta semana ya apenas se le notan las costillas. ¡Qué alivio!. 

Otro ejemplo de cómo se las gastan los pediatras es que aunque la revisión nos la hizo el enfermero (que por cierto, nos pidió disculpas por el caos de opiniones de unos pediatras y otros...qué majo el tío), le llevamos a la pediatra el informe de digestivo y una eco de caderas que nos mandó hacerle. Nos dijo que el tratamiento que nos habían puesto para el reflujo no valía para nada y que lo de que dejase algo siempre en el bibe era una tontería. Y todo esto con una cara que era un poema. Además le pregunté si en el caso de que a BB le subiese la fiebre por las vacunas, había que darle algo o aguantábamos a palo seco. Pues me preguntó si yo me tomaba algo si tenía fiebre...pues claro, pero si llevase cuatro meses vomitando después de cada comida, también me hubiese tomado algo antes!. Es que a veces me trata como si fuese tonta del bote. 

Bueno, el caso es que después de cuatro meses yo estoy más serena, BB también, el mundo de los pediatras me parece alucinante, tengo más confianza en hacer lo que me parece más correcto o mejor para BB, ha aprendido a hacer todo lo que tiene que aprender para su edad y vamos disparadas hacia los seis meses, las papillas (que la pediatra no es partidaria de introducirlas antes del quinto mes...vaya...) y muchas más cosas super divertidas.

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