martes, 2 de agosto de 2011

Mamitis

Cómo deseo que le entre de una vez la mamitis a esta hija mía...Pero es que nada, le da igual atún que betún, todos los brazos y todos los besos le deben parecer iguales, porque no hay manera de que me prefiera, ni siquiera un rato. ¿Es por naturaleza así o la hemos hecho una desdolida? ¿o es solo cuestión de tiempo? La verdad es que la veo mucho más dispuesta a enamorarse de su padre que de mi...en fin...dicen que pasa...Pero eso me hace preguntarme ¿por qué las mamás queremos/deseamos/anhelamos el momento en el que nuestros hijos nos descubran indispensables? Lo he estado pensando estos días (en los 5 minutos que me quedan libres y que además aprovecho para ducharme...) y creo que en mi caso es porque creo que es como una justa recompensa o algo así, por los desvelos, por las horas, por los llantos, por los esfuerzos, por el sueño y sobre todo por ese amor, esta vez sí, incondicional, absoluto, casi diría extremo. 
No es que no quiera que no quiera a su padre, solo es que quiero que me quiera más a mi!!! Un ratito al menos...

martes, 5 de julio de 2011

Yo también lo soy

Hoy he leído una de esas entradas que me encantan de Mi Vida con Hijos. Empieza así: "Pusilánime: dícese de aquel a quien le falta el ánimo o el valor para tolerar las desgracias o intentar las cosas grandes". Pues sí, yo también lo soy. Muy pusilánime diría yo.
BB ha estado mala los últimos días y con ello se han ido al traste todos nuestros avances en el dormir, en el comer y con la adicción del chupete. Se nos daba ya fenomenal dormir la noche prácticamente del tirón (me encanta es manera de encontrar y ponerse el chupete a ciegas) y despertarnos todos contentísimos; ha mejorado, diría yo que infinito, lo de comer la fruta (ahora es un mejunje de fruta, galletas y yogur de esos de inicio) y ya solo pedíamos el chupete para dormir. Pues ahora no dormimos nada, comemos mal hasta los bibes (la verdura no...eso es de agradecer). Y lo del chupete es increíble, lleva unos días que es como su mejor amigo, no hay brazos que valgan, el chupete es su salvación.
Y yo ya he empezado a pensar que no vamos a volver a hacer nada bien. En fin, menos mal que el papá de la criatura tiene más paciencia que un santo con las dos, y no para hasta que me convence de que es una nueva etapa, que todo pasa y que tenemos una santa por hija. Que es verdad. Pero qué pereza dan de vez en cuando las marchas atrás, ¿no?

viernes, 24 de junio de 2011

Sí, he vuelto...en fin

Otro de mis atributos es que no soy nada constante. Pero de verdad que esta vez lo voy a intentar. El parón se ha debido fundamentalmente al regreso a la vida laboral (activa...bueno, más o menos), al abandono de la burbuja...*sniff*. Sí, lo echo de menos. Igual que echaba de menos hablar con gente adulta cuando estaba anclada en casa y BB tenía tres meses y esos días locos. Pero es que es verdad que los bebés cambian tanto en tan poco tiempo...voy a pasar a ser una mamátípica de las que dicen que el tiempo se pasa volando, que son todos unos angelitos, etc. Bueno, aún no. Pero he de reconocer que BB ha dejado de llorar (hace un mes por lo menos), que está graciosísima y regordeta, que aunque la fruta se nos da un poco mal, la verdura se la come que es un primor (los bibes siguen siendo su perdición, pero ya no llora pidiéndolos desesperada), se parte de risa (a veces tanto que entra como en un ciclo y parece que le duele la tripa y se empieza a quejar), desde hace un mes está sentada que da gusto y se entretiene un ratito ella sola, dice pa-pa-pa-ba-pa constantemente, grita de alegría cuando le enseñamos algo que le gusta mucho, choca sus manos contra las nuestras porque le hace gracia como suena, echa los brazos (ahora constantemente porque ha decidido que le gusta mucho más estar en brazos que sola...y eso a pesar del calor...), duerme fenomenal y la apenas de despierta, y ¡¡¡maneja con una habilidad pasmosa el chupete!!!. 
Así dicho todo seguido parece que ha sido fácil, pero no lo ha sido. También contarlo así hace que me de más pena haberme separado de ella. Pero cada día que pasa es más divertido todo y, aunque haya que ir a todas partes corriendo y con la lengua fuera, me encanta ser mamá. 
Así que sí, he vuelto. 

Pasear por Madrid

No sé si hay muchas ciudades más desaconsejables para pasear con un carrito que Madrid. Lo odio. Vivo en el centro, me ENCANTA el centro de Madrid, la gente por las calles, los comercios de barrio, los bares cañís...por eso decidimos vivir en el centro en detrimento de los metros de nuestro piso (aunque con los años hemos ido mejorando la densidad de habitantes por metro cuadrado). Pero al tener a BB y pasear sí o sí todos los días un rato largo, me he dado cuenta de lo horrible que es, y si lo es para mí, no me imagino la gente en silla de ruedas o con muletas o lo que sea. ¡¡Qué locura!!. En Madrid se debe juntar todo. Los baches que seguirán ahí porque ya pertenecen a la idiosincrasia del distrito y para qué quitarlos ¿no?, los camiones que siempre paran (cinco minutitos...que los pillo yo siempre, ¿o qué?) en las rampillas para cruzar las calles sin tener que superar un escalón de 20 cm, los cubos de basura que amablemente dejan sin ton ni son los basureros todas las madrugadas en medio de aceras de un palmo de ancho, los andamios que impiden completamente el tránsito por las aceras (a pesar de que tengo el carro más compacto del mercado gracias a mi miniascensor), los grupos de gente que se para sin tener en cuenta que para determinados grupos de población es muy difícil hacer eslalom mientras corres hacia la guarde porque, una vez más, llegas tarde (tarde no, tardísimo). 
En fin, que a veces pienso en todo el dinero invertido en la M-30...y en que los libros dicen que no hay que zarandear a los bebés, pues yo a la mía bien zarandeadita la he tenido gracias a las aceras madrileñas. A ver si lo del "ejque" no va a ser consecuencia de todo esto. 

jueves, 17 de marzo de 2011

A falta de teta...

¿Por qué le di yo chupete a BB? Porque los cuatro abuelos son muy pesados y si no escuché la palabra chupete un millón de veces en el primer mes, no la escuché ninguna, y en esos momentos de duda e inseguridad al final yo creo que acabas haciendo lo que te dicen, y si te lo repiten tanto, pues también para que se callen ellos además de la niña. 

BB es actualmente chupteadicta. No creo que sea un problema, no se chupa el dedo gordo que es más difícil de quitar (desde que acierta con la boca, se muerde el índice insistentemente y es imposible quitarle esa costumbre por ahora) y la tranquiliza enormemente. Pero eso es ahora y desde hace relativamente poco. Se lo dimos por primera vez cuando cumplió los 15 días (y yo ya tenía la cabeza como un bombo) por seguir con la regla de la lactancia y nunca le hizo ascos. Fue como si le diésemos un regalo que había estado esperando desde que nació. La pobre intentaba chuparse los dedos pero rara vez acertaba y se desesperaba. 

Pero con la tranquilidad del chupete vino que ese mismo chupete se caía y había que ponérselo cien veces seguidas, y por la noche, obviamente, también. Y eso fue como un paso atrás. Otro punto en contra es que yo creo que los bebés al principio no saben gestionar las babas y ésta generaba babas y babas, se atragantaba, a veces vomitaba...algo que a mi me preocupaba entonces y que hubiese preferido no pasar, pero así fue. Con el tiempo el chupete es un buen aliado, es una manera de saber si lo que le hace llorar de esa manera tan desconsolada es grave, y por ahora a BB nunca le ha pasado nada grave, porque es ponerle el chupete y se calla, tarda un rato en tranquilizarse del todo si ha estado muy alterada, pero al final vuelve a la normalidad. Por las noches aunque se le sigue cayendo lo sujeta mejor y cuando no lo necesita pues ya no lo pide y duerme sin él. Suele volver a necesitarlo de madrugada, pero yo ya ni me entero casi y se lo repongo de manera automática y creo que sin despertarme. Eso sí, estoy deseando que llegue el día en el que lo coja y se o ponga ella solita, será un momento para recordar. 

Por otro lado en mi afán lector (busqué cientos de veces si el chupete era bueno o malo, y opiniones hay para todos los gustos) me enteré de que hay "expertos" que dicen que el chupete no les permite balbucear y por tanto no se oyen tanto, y que es así como se va a generar la base para el lenguaje, así que como conclusión el chupete es malo. Creo que es cierto las primeras semanas, ahora BB si quiere balbucear y tiene el chupete simplemente lo escupe, igual cuando se ríe...vamos, que creo que es fundamentalmente un elemento tranquilizador y a falta de teta (que me las destrozó ahora pienso que por este motivo, porque ella quería chupar todo el rato solo para estar contenta, no por hambre), bueno es chupete. 

martes, 15 de marzo de 2011

Tienes una santa

Llevo escuchando esa frase desde que BB nació. La dice mi madre cada día que viene. Ya tenía yo ganas de que pillase a BB en uno de sus días locos, de no me duermo pero veréis lo que es llorar hasta quedarme afónica porque estoy cansadísima. 
Un santa, ¿eh?

domingo, 13 de marzo de 2011

Vacunas y revisión de los 4M

¡¡Ya tenemos 4 meses!! No es que haya pasado nada espectacular pero a mi me hace ilusión ir acercándome progresivamente a esa edad en la que empiezan a hacer sus cositas, a echar los brazos, a señalar lo que quieren, a aprender a comer con cuchara (qué ganas, madre!!!). Además es que estoy contenta en este cumplemes porque tengo la sensación de que BB llora menos, aún se queja bastante, pero es lo suyo, le ha empezado a gustar estar en brazos y ya no culebrea histéricamente en cuanto está un minuto privada de alguno de sus movimientos, y creo que ya empiezo a confiar en esto de que no pedir por la noche sea la norma y no la excepción, yupi!. Ah! Y ha empezado a hacer el pino-puente (o así lo llamábamos en el cole...) y levanta las piernas muchísimo intentando girar de un lado a otro. No es que coordine sus movimientos y las más de las veces termina todo intento en una especie de espasmo que la hace reír, pero yo creo que es el inicio de empezar a rodar. 

A los 4 meses en Madrid les ponen vacunas y se pasa otra revisión de enfermería. La de pediatría llega a los 5 meses. En nuestro centro de salud hay dos enfermer@s, una que en principio me daba más confianza y otro que no me daba ninguna. Pero creo que después de cuatro meses los papeles se están intercambiando. El enfermero en realidad, aunque es un poco como blandito, no sé si me explico, me parece que considera que por ahora su labor fundamental es la de consultorio de mamás hipocondriacas. Al principio no le encontraba el sentido, ahora ya sí, porque después de unas cuantas visitas a pediatras (ya comenté en otro post) creo que lo más importante es que te den un poco de seguridad en ti misma o en ellos y que entiendas que todo es normal, que lo que decidas casi seguro está bien (dentro de unos límites, claro) y que incluso si tu lo que quieres es un bebé gordito, mientras acepte toda la comida, adelante. Este enfermero ya me dijo hace muuuuuchas semanas que él es de la opinión que los bebés saben lo que tienen que comer y que yo le podía dar toda la comida que BB demandase, que lo peor que le podía pasar era que vomitase un par de veces, pero que si ella se encontraba mal, no lo volvería a hacer. A la vez la pediatra nos dijo que ni hablar, que había unas cantidades normales para las diferentes edades del bebé y que ya estaba bien lo que tomaba (estábamos en el segundo mes y tomaba seis tomas de 120 mL), que nada de cebarla. Yo ahora estoy segura de que BB, salvo alguna semana aislada, ha estado pasando hambre los cuatro meses de vida que tiene. No sabéis la pena que me da. Tan pequeña, sin poder decir nada, solo lloriquear y al final, acostumbrarse a lo que hay. BB llora después de cada bibe. Hemos preguntado mil veces a qué puede deberse y la pediatra siempre nos dice que como come lo suficiente según sus parámetros, serán los gases. NO SON LOS GASES. Esta semana después de ir a digestivo y ver que en 4 semanas había aumentado 380g (hasta a mí me pareció poco...dicen que en el tercer mes deben aumentar unos 30g al día!!) y bajado al percentil 10 estando en el 75 de altura, decidimos darle más, mucho más de comer. Ahora come 4 bibes de 210 mL (veníamos de 4 de 150 mL) y en los últimos dos días no ha llorado después de ninguna toma. Sigue intentando retener el bibe y se le ponen los ojos como platos cuando se lo quitas (no deja ni una gota!) como preguntándose ¡¡¿¿POR QUÉ??!!, pero luego ya empieza a prestar atención a otras cosas y se le pasa. Yo creo que ella está más contenta y yo estoy mucho más contenta, después de esta semana ya apenas se le notan las costillas. ¡Qué alivio!. 

Otro ejemplo de cómo se las gastan los pediatras es que aunque la revisión nos la hizo el enfermero (que por cierto, nos pidió disculpas por el caos de opiniones de unos pediatras y otros...qué majo el tío), le llevamos a la pediatra el informe de digestivo y una eco de caderas que nos mandó hacerle. Nos dijo que el tratamiento que nos habían puesto para el reflujo no valía para nada y que lo de que dejase algo siempre en el bibe era una tontería. Y todo esto con una cara que era un poema. Además le pregunté si en el caso de que a BB le subiese la fiebre por las vacunas, había que darle algo o aguantábamos a palo seco. Pues me preguntó si yo me tomaba algo si tenía fiebre...pues claro, pero si llevase cuatro meses vomitando después de cada comida, también me hubiese tomado algo antes!. Es que a veces me trata como si fuese tonta del bote. 

Bueno, el caso es que después de cuatro meses yo estoy más serena, BB también, el mundo de los pediatras me parece alucinante, tengo más confianza en hacer lo que me parece más correcto o mejor para BB, ha aprendido a hacer todo lo que tiene que aprender para su edad y vamos disparadas hacia los seis meses, las papillas (que la pediatra no es partidaria de introducirlas antes del quinto mes...vaya...) y muchas más cosas super divertidas.